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21-02-2014  CONSUMO RESPONSABLE Y PEQUEÑO COMERCIO

                                                                                                       La mejor forma de acercarnos al Consumo Sostenible es una reflexión previa a la compra. Hay tres preguntas que debemos hacernos antes de cualquier compra que nos ayudarán a darnos cuenta que nuestro dinero no sólo es un medio para hacernos con bienes y servicios sino una herramienta poderosísima.

¿Qué compro?

Una breve reflexión en este aspecto nos dará una idea del poder de elección en nuestras manos. Nos informará de lo que estamos haciendo con el planeta, con los demás. ¿Se ha hecho este producto o servicio siguiendo criterios ecológicos y sociales?, ¿Se ha respetado el medio ambiente?

Algunos aspectos a tener en cuenta sobre los productos que compramos pueden ser:

-Comprar productos locales (para mejorar el empleo local y reducir el impacto que acarrea el transporte.

-Comprar productos naturales o ecológicos

-Comprar productos de temporada (Y evitar el transporte transoceánico)

-Comprar productos de calidad y duraderos

¿Por qué lo compro?

Esta pregunta o reflexión es más profunda que la anterior, pues nos habla de nosotros mismos. ¿Por qué lo necesito?, ¿Lo necesito? Si la primera cuestión nos informaba sobre los efectos que nuestras compras tenían sobre los demás o sobre el medio ambiente, al responder esta pregunta podemos ver de qué manera nos afecta la sociedad de consumo. Vemos que la mayor parte de las necesidades que aparentemente tenemos no son reales sino impuestas y superficiales.

Hemos basado nuestra cultura en el consumo. ¿Soy una víctima más?

La mejor reflexión antes de una compra impulsiva es preguntarse si realmente necesito lo que estoy comprando.

¿A quién se lo compro?

Reflexionar sobre dónde adquirimos los productos o servicios nos ayudará a darnos cuenta de qué prácticas queremos favorecer.

La empresa o el establecimiento al que compro, ¿Genera o destruye empleo?, ¿Trata bien a sus empleados?, ¿Paga salarios dignos?, ¿Respeta el medio ambiente?

Es importante ser consciente que la competencia es buena cuando ayuda a la investigación, a ser más eficientes, a mejorar los productos y servicios, pero puede desembocar en el empeoramiento de las condiciones laborales o el daño al medio ambiente.

Debemos plantearnos si estamos dispuestos a gastar un pequeño diferencial para favorecer las buenas prácticas.

http://www.haztesostenible.com/blog/item/1617-consumo-responsable.html

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